sábado, 22 de noviembre de 2008

La ultima nota en tinta seca.



Llevo la mirara del perdido,
La extraña frialdad
De los túneles de la ciudad
En las tardes de verano

Y el aire viciado de esas cuevas
Construidas por las manos,
Que solo puede llamarse viento
Por conservar su cualidad de respirable.

Tengo las sandalias de gala en las zapatillas,
Y la melodía olvidada de los grillos
Que se animan siempre a empezar de nuevo
En cada segundo, de cada noche.

Sostengo en mis alturas pensamientos
De estrella, lejanos y frágiles
Como el alma de un poeta muerto
Que exhala en la última palabra con su pluma
La ultima nota en tinta seca.

04/nov/2008
18:03hs

lunes, 20 de octubre de 2008

Sudestada


Como una pileta vacía se convierte en algo triste,
La ausencia tiene el reflejo de las veredas en domingo.

Las maderas que resuenan, los vidrios rotos,
Oxido de remaches sueltos, el río entre las grietas.

Barcos que se encallan en el silencio de las calles,
Como terminan los pétalos del árbol en invierno.

Crece entre la arena con aroma a complicado,
Arriba del factor piedra que se escuda entre las pieles.

Mientras el viento habla sobre las lagunas extintas,
El cielo se quema nuevamente.
Gisela Ayram.
Alguien que no puede dormir sin tu abrazo
02:41 hs

martes, 14 de octubre de 2008

Como Once.


Como esa flor que germina en lo alto de una montaña,
Una hoja de Durazno entre dos baldosas de una calle transitada,
Un teléfono sonando en una habitación vacía,
El último pan en la bolsa de tres días,
Un tren fuera de servicio,
Una copa usada sobre la mesa en la mañana,
La cara de un laburante a las 10 de la noche,
Un cielo escondido detrás de la niebla,
Una mirada náufraga,
La cueva de las manos de Once.

Gisela Ayram.

A P. R.,
Mirada de Cielo,
Alas de nubes,
Príncipe Poeta.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Viaje en vias propias (1)



El tren de los rieles cansados se movía de un lado a otro, tratando de imitar el suave devaneo de las olas en un amanecer de invierno.


Una estación impropia era despeinada por el soplido del día, y peinada luego, por la sombra calma de la luna.


El sol iluminó la historia contada con letras, en las manos de un antiguo viajante, quien pasa nuevamente un periodo atemporal en cada hoja.


Cada línea denotaba lo amarillo de las luchas, el nervio del poder.


Los ojos del gobernador inmortalizaban las toscas palabras. La conquista del desierto de su ser y la perdida del mismo en cada proyectil, en cada caída de un ultimo suspiro exhalado sobre la tierra.
15 sep 2008
18hs
[...Tratando de encontrar el balance perfecto...]

martes, 19 de agosto de 2008

Tu Biblioteca





Para terminar con el juicio de dios, entre sahumerios y humos que no corresponden, apelo a la literatura fantástica: diccionario de confesiones eternas, puras y personales –en su mayoría-.

La obra poética no se parece a otra cosa que no sea una poesía completa, llena de música y canciones que el alma intenta entrelazar hasta construir una verdad.

Los reyes que se sumergen en el capitalismo ven, por su condición, el mundo al revés. Sin embargo se apoyan en la anatomía de la melancolía, que no es otra cosa que el verdadero ocaso de los ídolos.

La nostalgia por los cuatro elementos, incluida el agua, conforman recuerdos incrustados que tienen mucho que ver con la inspiración.

El grotesco del sufrir nos lleva al fondo de la derecha más que de la izquierda, aunque los sentimientos vengan desde ese lugar. El sufrimiento era lo más parecido a las ganas de escribir. La alegría en la vida ha aprendido a saber transformarse en sinónimo de vivirla escribiendo.

Nacen las teorías de la piel, propia y ajenas que nos hacen inmigrantes del sentir al ponernos a distancia.

Queda solo cantar la vida, en un teatro –de Broadway-, exponiendo bajo potentes luces todo de si mismos, armando una antología personal con las palabras que nos manda a usar la academia de la lengua española. Tratando sin embargo de traducir lo que el corazón dice, en un lenguaje que solo entendemos nosotros mismos.

Sancho Panza en el Quijote entra de nuevo bajo el portal para llegar anteúltimo en la carrera de mis letras, esquivando el molino de la lapicera que estoy moviendo sin parar.

La comedia no deja de ser divina, pues como dicen en tantos lugares: cualquiera hace llorar, pero hacer reír es algo realmente complicado. Simple, pero complicado... como tantas cosas en esta vida.



13.08.08
10:50 hs
Justo ahi.

domingo, 13 de julio de 2008

...Que Me Van A Hablar De Amor...

He tenido esta discusión, (acerca del doble discurso entre la gente que compone nuestra actualidad) con innumerable cantidad de personas.

Lejos de que esto suene a un resumen de alguna campaña política (que suelen abundar en estos días) tal parece que hay gente que enarbola un tipo de genero discusivo "moneda” y que lamentablemente también lo utiliza para distinguir ciertos sentimientos, que a mi entender, deberían ser puros, impolutos... incluso experimentados también a otros niveles, como se pretendía explicar en la antigua Grecia. La mitología, incluso los eternos y molestos escritos bautizados bajo el nombre del gran Platón. Uno de estos innumerables ejemplitos se exhibe en "El Banquete", donde a través de una seguidilla de segmentos de una charla entre ilustres de la época, se intenta discutir y por lo menos encontrar una respuesta a varios interrogantes, entre ellos: ¿De donde surge el amor? ¿Cómo se siente? ¿Cómo se experimenta? ¿Cuales son las clases de amor que existen?
En definitiva: El origen de tal sentimiento.


La Real academia española define al amor como: ..."Sentimiento de vivo afecto e inclinación hacia una persona o cosa a la que se le desea todo lo bueno..."

Existen también el amor a primera vista, el amor propio. La palabra amor, de Igual manera, se la relaciona con gusto, esmero y cuidado. También al gusto, a la buena voluntad, el acto de amor, sin olvidarse además del desapego, la traición o la soledad y las ganas de salir de ella.


Como diría Julio Sosa desde un tango de 1946

Yo anduve siempre en amores / ¡qué me van a hablar de amor! Si ayer la quise, qué importa.../ ¡qué importa si hoy no la quiero! Eran sus ojos de cielo / el ancla más linda / que ataba mis sueños; era mi amor, pero un día / se fue de mis cosas / y entró a ser recuerdo. Después rodé en mil amores... /....... ¡qué me van a hablar de amor!


..... En conclusión:.....



He amado.

Me han amado.

Algunos me han dicho que me amaban.

Otros me siguen amando y otros estarán por hacerlo.

Creí en el amor.

He sufrido por amor, lo he llorado.

Viví el gran amor cortés. Ese amor idealista y vasallático que cantan los trovadores en la poesía trovadoresca...

He vivido el gran amor de un poeta , viví amores platónicos, amores de amigos, amores capitalistas, por conveniencia, por edad, amor sin amor... y hasta amores a distancia!

Lo he padecido, lo he experimentado.

Extrañé, de amor...

Me enamoré del amor.

Hice el amor.

He requerido de amores.

Incluso hice innumerables cosas por amor al arte.

Y finalmente también: viví el mal de amores.



Con todo esto solo me queda agregar: el corazón no es un zapato, por mas tonto que sea, pero se parece bastante... como dice el tango: "... Ya comprendo que en la vida se cuidan los zapatos andando de rodillas..."
(2006)




N de A: Aparecen, sin embargo, algunos angeles que enseñan cosas imposibles de ignorar. Personillas tan especiales que quiebran todo molde preexistente, que toman la forma de la persona deseada idilicamente.. Abren puertas sin tocarlas, Reparten dulzura en la mirada, sonrisa en un gesto provoca.. Cuando alguien se choca con gente asi... no queda otra que ponerse de pie..

(13/07/2008)







Dedicado a quien me animó a que posteara mi pasado y comience a escribir una nueva etapa, pero esta vez, de mi vida.







Gracias a todos los que leen me leen.
no saben lo bien que me hace sacar estas cosas a la luz.

miércoles, 18 de junio de 2008

Paño de Estrellas


Salí otra vez a mirar las estrellas.



No podía creer la parte de cielo que recortaba mi ventana. Un cielo de 2 por 2, limitado por blancas paredes de hormigón armado. Paredes que guardan secretos de soledad y compañía, de magia lujuria, como estatuas inertes que aun parecen sostener el recuerdo de un pensamiento en las pupilas de sus ojos.


Me levante de la cama poniéndome de espaldas al recortado cielo, que me había mirado tantas veces dormir.


Sostuve mis pensamientos con una bufanda anudada fuertemente, una cara en la caja boba dice que afuera esta helando.


El ascensor tardó, lo que tardan las monedas en caer de los teléfonos públicos. El espejo devolvía una imagen que se había guardado mil inviernos, obviamente los había vivido encerrada en casa, a la luz de una estufa. Sintiendo un calor artificial generado por sus propios inventos, igual que en su vida.


La puerta de calle fue abierta y el frío comenzó a arañarme la cara que hace rato estaba sobre plumas, convirtiendo mi nariz en un compacto bloque de hielo seco.


Había poca gente en la calle. Digamos que el frío y pañuelos de seda y hojas bailando al compás del viento eran los verdaderos protagonistas de esta noche en Buenos Aires.


El señor que vive en la esquina, abrazaba a su mujer debajo de las viejas colchas llenas de agujeros mientras ella le acariciaba el rostro. Al ver esa manta agujereada recordé el paño del cielo que se ve por mi ventana. Pero de todas maneras no quise levantar la vista tan pronto. La simple y sola idea de que las estrellas no existen, de que son solo pequeños agujeros en la bolsa donde el niño guarda el mundo cuando se hace de noche, hacen que no pueda despegar mi mirada del suelo. Mis zapatillas van una detrás de otra, ¿solo un paño? Es imposible...


De todas maneras solo queda esta noche, para seguir pensando en que la mañana va a tardar en volver. Tengo miedo de enamorarme finalmente de estas estrellas, de este cielo que tiene la costumbre de volverse día.


Un ciclo que no puede hacerse esperar, siempre ha sucedido lo mismo. Y aunque me proponga disfrutar de esta noche, levantar la vista finalmente, la luna se llevará el protagonismo. Eterna circunferencia que se semeja a la eternidad de los sentimientos, cambiante pero siempre con la misma luz. Una actriz blanca que tras el día se presenta como un gigante oculto sobre las nubes.


17-06-2008

martes, 3 de junio de 2008

La Noche del Final




Salí de la casa de ella dando un portazo y con una puteada en la garganta. Las hojas crujían como leones en mi caminar hacia un rumbo desconocido. Habían, en mi memoria, innumerables fotos que guardaba de nuestras épocas felices, incluso el anhelo de sueños compartidos que jamás iban a cumplirse.

El vacío en mi pecho, la tormenta en mis mejillas y la sabia decisión de salir a tiempo antes de terminar hecho polvo caminaban en caravana, en comunión con mis pensamientos.

El paisaje se prestaba excelentemente para este tipo de catarsis. Las calles estaban desiertas y la oscuridad se reflejaba tanto adentro como afuera de mi cuerpo. Estaba en mi ambiente.

Pasé por el lugar que un sábado bautizamos como nuestro lugar. Las luces de la calle distraían mi mirada, pero no podían deshacer en recuerdos la cara de ella diciéndome adiós. Un sábado más.

Entre, el blues de una banda desconocida terminaban de llenar de colores este cuadro dantesco.

Las mujeres se disponían a esperar en la barra, los hombres cambiaban en infinitas transfusiones alcohol por sangre... yo soy un hombre..

Por ende me adapte al lugar y la realidad.

Ya dentro de poco, distintos líquidos espumantes, algunos brillantes, trasparentes y helados formaban parte de mi humanidad.

Ya me conocían de visitar el lugar constantemente, se acordaban de mí y de vos... no pasaba ningún 18 de cualquier mes donde nos encontraban en alguna de las mesas del primer piso, en nuestra mesa, con nuestra lámpara y en nuestro lugar, tu tequila y mi ginebra.

Le di una palmada en la espalda a Carlos y empecé a entonar el blues mas desafinado e hiriente que haya tocado el aire. Tu recuerdo estaba en cada nota, en cada acorde, en cada ginebra.

De repente un ruido de teléfono sonando se acomodaba en los espacios silenciosos de mi casa, había una sabana enredada en mi cuello que difícilmente me dejaba respirar. La luz de la ventana se sostenía fuertemente en el vidrio de mi ventana. Un dia más.

Levante el teléfono y la voz de mí amada (todavía) se dejo escuchar del otro lado del tubo, así como también del otro lado de mi corazón. Solo escuche decirme: - tus cosas están en el portal de tu casa. No quiero volver a verte – la ausencia de su voz y el tono del aparato descolgado, se mimetizaban con la onda sonora de la radio trucha del barrio, que el maldito teléfono se empeñaba haciéndola suya, una vez más.



Solo me quedaron sus acordes, sus letras diciéndome "imbécil" en la cara y el gusto a cal en la boca de la derrota después de haberle dado un beso a la muerte, vestida de soledad.








Miercoles 17 de Mayo de 2007.




Para Andrelo!

Gracias por los Caballeros.
Y por el recuerdo fugaz de tu mirada.
Lo mejor para tu vida.

miércoles, 21 de mayo de 2008

El click de la Princesa.



Sorpresivamente la cabeza de la princesa de los castillos grises hizo un click.
Se levanto un día, y decidió hacer su vida diferente.


Tomo entre sus objetos mas preciados, las fotos amarillas que guarda en su mente, que también, se transformaron en amplios y maravillosos recuerdos dorados. Los anudo con un lazo rojo y coloco una rosa roja recién nacida con ellos. Los planto debajo de aquel arbusto de altas flores que había regado infinitamente con destellos celestes que caían irremediablemente de sus ojos a través del tiempo... era hora de renacer.


Su vida se había transformado. La cólera se hacia amor de nuevo... Mutaba como aquellas cosas a las que les hace falta un flash back, aunque esta historia no tenia nada que ver con volver a los orígenes, sino con el hambre de conocimiento...


Alguien muy sabio dijo una vez: - el amor es lo único que no requiere experiencia, es el sentimiento más puro de todos – pero de nuevo... Esta historia no tenia que ver con el amor… sino, con el personaje por siempre antagonista del mismo.
La princesa debía aprender a no amar.



Y a pesar del tiempo, que caía sin cesar delante de sus pupilas, la paciencia se apoderó de sus ganas. La necesidad de estabilidad iba decreciendo con el pasar de los kilómetros en su larga caminata hacia su castillo gris, quizás por que la luz y la esperanza de la existencia de tal idílica fantasía de vivirla se iba apagando lentamente.
17/01/08
Madrugada de verano.

lunes, 19 de mayo de 2008

Quince Minutos



Aproximándome hasta aquel lugar compartido tantas tardes, se fue desvaneciendo esa opresión extraña de tristeza en el pecho... aquella a la que denominamos angustia. Poco a poco se fue volando como vino esa nube gris sobre mi cabeza que representaba la sombra de uno de esos días grises, todo mal... Difíciles de respirar.

El sol calentaba infinitamente las calles, de la misma manera que hace centenares de años. El calor agobiante se pegaba en la garganta de las ganas. Mire la calle, y aunque la gente, sus vestimentas y culturas son distintas suelen recurrir a las mismas cosas a las mismas cosas para calmarlo.

Una voz en el teléfono, y tu presencia casi inmediata en el lugar donde acababa de llegar. Me preguntaste con mirada de "yo no fui" que hacia a esa hora, por allá.

Empieza a escucharse mi voz y aunque en mi cabeza el sonido parecía claro, sé que comencé a intentar mechar las frases unas con las otras y me parecía cada vez más difícil. La sombra de un mal día, se asomaba de nuevo desde lo mas profundo, entre la raíz de mi memoria.

Tus ojos pacientes siguen escuchando oración por oración mis penares. Palabra a palabra se va componiendo mi relato que concuerda con una vida normal de estos días.

Y vos seguís ahí. Con los mismos ojos cansados y rojizos de esas largas rutinas de trabajo... pero ni aunque ese cansancio del día a día se lo proponga, podrá gobernar tu eterna felicidad.

¿Cómo podrás hacer de la felicidad una realidad constante en tu rutina? Lejos, a muchísimos kilómetros de la envidia existe una increíble admiración y empreño por lograr tener esa cualidad tan tuya y que yo, también supe perder un día en las calzadas cortadas de la vida.

Vuelve ahora esa vieja incógnita que suele partir de mi boca todos los días, y al escucharte observo que algo te pasa.

Como si hubieras encerrado las pálidas razones de tu mirada perdida en un cajón y habiendo escondido la llave seguís mirando esa infinita cola de motores desfilar frente a nuestras narices y atribuís todo al cansancio que sale de noche a robarte el sueño.

Argumentas una historia rara de una persona que conocemos en común y comienza a caminar por mi cabeza cual hormigas, interrogantes con mucha razón de ser, pero este round no permitía ese tipo de modelos con carteles sucesivos.

Sonaban en ese momento las campanas de tu partida y luego de darme un beso esbozas la frase que no sé a ciencia cierta, si intentaba darme él porque a mi pregunta que esquivaste mas temprano. Las nubes grises de mis días complicados empujaron la próxima equivocación, y de mi boca salió un solamente un por que?.

Y sin querer antes de desaparecer indefinidamente de mi vista, me diste el consejo de amigo que andaba buscando para darle explicación a esos sucesos que suelen denotar los días malos, grises y de amplio sol: "Son cosas que pasan".







A Franco Ruarte.


Gracias por estar siempre ahi.


Break en Audiotel


Verano 2006/2007

lunes, 5 de mayo de 2008

Hoy es el nacimiento de Doubotzia

Bienvenidos Amigos.
Hoy es el primer dia del país de la SinRazón: El nacimiento de Doubotzia.

Siempre me dijeron, que debe haber un lugar fricticio donde van todos y cada uno de los pensamientos perdidos. Brillantes ideas que se vuelan como viejas hojas en otoño que no regresan más.

Doubotzia es el lugar donde suenan esas hojas bajo los pies de los que lo visitan.

Es la fina combinación entre ideas que nunca fueron materializadas, pensamientos jamás escritos: lo que yo llamaría "ideas sin procesar".

Historias nunca contadas, viejas fantasías de un corazón gastado, sueños nunca soñados y tantos otros de los que me gustaría haber sido protagonista.

Hoy me decidí, di el paso de compartir con ustedes esas voces que suenan dentro de mi cabeza, esos fantasmas que se ven en mis ojos mientras tomo largos caminos en el transporte público.

El tapete donde se están limpiando los pies dice:

Bienvenidos.
Esto es Doubotzia.